Que doloroso es amar... y no poderlo decir! Si es doloroso saber, que va marchando la vida como una mujer querida, que jamás ha de volver. Si es doloroso ignorar, donde vamos a morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir! * Triste es ver que la mirada, hacia el sol levanta el ciego; y el sol envuelve en su fuego y el ciego no siente nada. Ver su mirada tranquila, a la luz indiferente y saber que eternamente, la noche va en su pupila bajo el dosel de su frente. * Pero si es triste mirar y la luz no percibir ; ¡ más doloroso es amar... y no poderlo decir! * Conocer que caminamos, bajo la fuerza del sino; recorrer nuestro camino y no saber donde vamos. Ser un triste peregrino, de la vida en los senderos, no podemos detener, por ir siempre prisioneros, del amor o del deber. * Más si es triste caminar y no poder descansar mas que al tiempo de morir; ¡más doloroso es amar... y no poderlo decir! *