BIENVENIDOS AL 2014

Queridos alumnos, cuando digo queridos lo expreso en la totalidad de su expresión. LOS QUIERO y porque los quiero, quiero decirles esto antes de empezar a desandar el año.

Parto de la convicción de que dar libertad para trabajar ofrece la posibilidad de un desarrollo mucho más eficiente para el alumno, que una actitud de represión y de conseguir objetivos cueste lo que cueste. Antes que disciplina, auto-disciplina; antes que regulación, auto-regulación. No es para la escuela sino para la vida.


1.
La ignorancia es un derecho, no una obligación. Olvídese de que usted viene al colegio a aprender algo nuevo. Usted ya lo sabe todo, o casi todo: la literatura exagera algo que usted ya sabe.
A NO SORPRENDERSE SI NO HAY CONSIGNAS, no todo debe estar sujeto a estructuras pre existentes. Más que preguntas formuladas por un docente piense ¿qué preguntaría yo?.

2.
No crea en lo que le han dicho: observe por usted mismo, sea usted mismo incluso en las cosas que no le gustan. Pero también olvide. Olvide que viene a «Clase de Literatura», olvide que viene al colegio. Déjese sorprender, sorprenda a los otros con sus ideas. El resto, la historia, los autores, etc., es ante todo un proceso que cada uno hace si lo necesita.

3.
Anteponga la curiosidad, la observación, el asombro, a las clases. El profesor no es un sabe-todo y el alumno un sabe-nada. Hable, hable y hable en clase. Moleste, intimide, exagere; pero no haga desorden, no incomode al que esté hablando, al que quiere estudiar. Se habla para discutir, para sugerir, para armar polémica. Se habla porque uno mismo se encuentra inquieto, porque se quiere saber, porque se quiere decir algo importante, pertinente. Fomente la curiosidad en su amigos.

4.
¡No sea autista! Dude de lo que le han dicho, no de nada por supuesto. Abra bien los ojos, dude de los que le han dicho que no entiende cómo funciona las cosas. Usted lo sabe, aprenda a seguir su instinto.
5.
Por favor haga preguntas, no importa si cree que es una tontería. No de nada por hecho, sea crítico, más no criticón. Hablar es muy fácil, proponer ya no tanto.
6.
Regla de oro: no deje que los demás, incluído el profesor, sean los que propongan. Proponga siempre, sugiera siempre. No se calle nunca a la hora de proponer.
7.
Haga silencio cuando lo que tiene que decir es una babosada. Cuando crea que su amigo se está pasando de tonto cállelo. Se aprende también de los consejos del amigo, del grupo.
8.
¡Trabaje!: a escribir se aprende escribiendo. A leer se aprende leyendo. Utilice todo lo que se encuentra a su alcance: internet, los libros, sus amigos, el profesor, las bibliotecas, las películas, la buena música. Su buen criterio. Prepare y aliste su buen criterio para la vida fuera del colegio.
9.
No se preocupe por la calificación, por los puntos o la nota. UN 10 NO ES NADA UN 1 NO ES NADA, son signos que tienen significantes peligrosos. ¡Pare de sufrir! Escribir es difícil, pero no imposible de lograr. Ante las notas dude, ante las explicaciones dude. Dudar es el mejor criterio, sólo hasta cuando hay que dejar de hacerlo: ese momento en que uno se detiene y empieza a escribir.
10.
Tenga paciencia, relájese, no hay afán alguno. Usted va a clase a interactuar con sus amigos y con el profesor, no para guardar silencio y que lo hagan callar. Usted viene a hablar con el profesor, a interactuar con él. No viene a hablar con un sargento, con un santo, o con un genio. Haga silencio, haga orden cuando usted mismo necesite hacer silencio y orden. Aprenda a disfrutar las clases.
Una vez entendido, y rezado como un padrenuestro el anterior decálogo, puede que lo que sigue, que es hablar sobre lo que es escribir, sea más interesante, apasionante, y no tan raro, y que no es conmigo, como siempre ha creído.

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