FEMINISMO SEGUN ALFONSINA STORNI
Alfonsina Storni fue feminista en el más noble sentido de la palabra: buscó la imprescindible igualdad entre hombre y mujer. Tuvo agallas para censurar el doble estándar por el que se exigía la virginidad femenina y no la masculina. Ahí está su poema 'Tú me quieres blanca', heredero del 'Hombres necios' de Sor Juana. Lo mismo ocurre en poemas como 'Hombre pequeñito', 'La que comprende', 'Siglo XX' o 'Veinte siglos', textos todos que apuntan al anhelo de igualdad real para la mujer en la sociedad. Ella misma apoyó los centros feministas, luchó por el derecho al voto y defendió cuestiones que hoy nos parecen obvias. Pero todo lo hizo sin desmerecer el papel del hombre.
Fue Storni una mujer rebelde para su tiempo, buscadora incansable de la necesaria libertad femenina frente a las imposiciones y prejuicios machistas. Su trayectoria humana se refleja en espléndidos libros poéticos: La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920), y los posteriores Ocre (1925), Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1934). Todos ellos, unidos a otras piezas en prosa y en teatro, constituyen la realidad de una mujer excepcional, difícilmente reducible a anacrónicas falsificaciones extraliterarias e ideológicas a la moda.
Sin embargo, las críticas del feminismo radical (y el adjetivo es importante) no cesan en su intento de dar una falsa idea de erudición presentando la obra de Storni (y lo mismo de cuantas poetas salgan a su paso) dentro de un galimatías crítico-teórico plagado de pura demagogia: la del enfrentamiento contra "el patriarcado hegemónico transgresor", la de "los eco-feminismos postcoloniales de la otredad", el "desconstruccionismo genérico de subjetividades escriturales feministas", los múltiples ejes de las "interdisciplinariedades de la diversidad", la "coyuntura multicultural femenina" como respuesta a la "presión patriarcal neoliberal y capitalista" que impide la existencia de códigos y "heteronormatividades sexuales", que a su vez se ven filtradas por la ironía que cuestiona tales "cartografías postcoloniales y/o postmodernistas"… y blablabla, blablabla…
Acevedo adrian
Ortiz carlos
Taboada Jennie
Torres Maxi
Romero Maxi
Fue Storni una mujer rebelde para su tiempo, buscadora incansable de la necesaria libertad femenina frente a las imposiciones y prejuicios machistas. Su trayectoria humana se refleja en espléndidos libros poéticos: La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920), y los posteriores Ocre (1925), Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1934). Todos ellos, unidos a otras piezas en prosa y en teatro, constituyen la realidad de una mujer excepcional, difícilmente reducible a anacrónicas falsificaciones extraliterarias e ideológicas a la moda.
Sin embargo, las críticas del feminismo radical (y el adjetivo es importante) no cesan en su intento de dar una falsa idea de erudición presentando la obra de Storni (y lo mismo de cuantas poetas salgan a su paso) dentro de un galimatías crítico-teórico plagado de pura demagogia: la del enfrentamiento contra "el patriarcado hegemónico transgresor", la de "los eco-feminismos postcoloniales de la otredad", el "desconstruccionismo genérico de subjetividades escriturales feministas", los múltiples ejes de las "interdisciplinariedades de la diversidad", la "coyuntura multicultural femenina" como respuesta a la "presión patriarcal neoliberal y capitalista" que impide la existencia de códigos y "heteronormatividades sexuales", que a su vez se ven filtradas por la ironía que cuestiona tales "cartografías postcoloniales y/o postmodernistas"… y blablabla, blablabla…
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